23 diciembre, 2009

Agujeros

Hay agujeros negros, agujeros blancos, agujeros en la capa de ozono y muchísimos más. Lo que me ocupa hoy –y es algo que ya me desvelaba cuando era un niño- es la entidad que tiene el agujero.
Caso 1: Un agujero es solo un agujero. Tiene entidad en sí mismo, distinto a su contenedor, por lo tanto no es parte de nada.
Caso 2: Un agujero es en realidad, parte de su contenedor. Así tenemos un agujero en la tierra, un agujero en la mesa, y hasta un agujero en un queso. Aceptar esta versión implica diferenciar un agujero de otro según donde haya sido hecho. Son todos distintos, con propiedades distintas, como su temperatura, olor, humedad, etc. Y con valor distinto. Por ejemplo un agujero en la tierra del fondo de tu casa puede no valer nada, porque es un agujero de tierra, y la tierra vale poco. Pero un agujero de queso gruyere (1), puede costarte 6 pesitos el kilo.

Personalmente me inclino por la segunda opción, en la que los agujeros son, según su contenedor. Y que llegará el día en que al reconocerlo, el mercado les asigne su valor correspondiente y se tornen objetos de consumo. Y que en definitiva, uno pueda salir a comprarlos o venderlos al mejor postor.
Ya me imagino comprando por 20 mangos un agujero de tierra del volumen de una pileta de natación, que al llegar al fondo de casa lo deje sobre el pasto y automáticamente se genere el espacio para la piscina, y sin andar transpirando 3 días pala en mano. O que pueda vender el agujero que tengo en ese traje que tanto me costó, venderlo aunque sea baratito con tal de sacármelo de encima. O por qué no tener siempre a mano un agujero-de-codo-de-caño para sacar el anillo que se fue por la rejilla de la pileta de la cocina mientras lavaba los platos.

¿Qué dice usted? ¿Agujeros de puertas? Ah, no…eso no lo había pensado.
(1) Asumamos que el queso lo pagamos +/- 60 pesos el kilo, y que el volumen de los agujeros representa +/- el 10% del volumen total del queso.

06 marzo, 2009

Un día como hoy, pero hace 17 años....

Hace exactamente 17 años, el 6 de Marzo de 1992 aparece por primera vez Michelangelo, un virus informático que toma su nombre del artista Miguel Angel Buonarotti, más conocido como Miguel Angel y pintor de los frescos de la Capilla Sixtina, de La Creación de Adán, escultor del David, entre otras muchas cosas.
El hecho es que virus, denominado Stoned.Michelangelo, se activaba al detectar la fecha 6 de Marzo, nacimiento del artista. Una vez metido en tu máquina (en el mejor de los casos una 286 con monitor blanco), este bicho intentaba eliminar información importante del disco rígido de la computadora, evitando que esta pueda volver a funcionar normalmente hasta la reinstalación del sistema operativo y las aplicaciones que estaban instaladas con anterioridad. Recordemos que en ese momento no existía aún el Windows, que el sistema operativo utilizado por las PC's era D.O.S, UNIX, OS/2 o Novell, siendo el primero el más difundido, al menos entre usuarios comunes y pequeñas empresas.
Para tener una idea del alcance de una infección, las estimaciones de aquella época hablaban de un número cercano a los 5 millones de computadoras infectadas y el ultimo reporte de daños de Michelangelo se registró en 1996, o sea 4 años rompiendo las...máquinas. Qué tul?
Ah, para alguien excesivamente joven que esté leyendo esto, el adminículo que se están pasando los dos señores de la estampita, es un disquette de 5 pulgadas y cuarto, que almacenaba 360 Kb de información. Para decirlo en criollo, para almacenar los 3,5 gigas que tiene el pen-drive que llevas a todos lados, tendríamos que haber usado 10 millones de estos discos.